Asistencia técnica dentro del Marco Territorial para la Recuperación de La Palma para la
elaboración de cartografía temática de base (1:5000) y establecimiento de metodología de análisis
para la caracterización geomorfológica del volcán de La Palma 2021.
CARACTERIZACIÓN MORFOLOGICA DEL NUEVO ESCENARIO
VOLCANOLÓGICO DE LA PALMA
Grupo de investigación Geomorfología, Paisaje y Sociedad en territorios
volcánicos (GPS-VOLTER)
Responsables:
Carmen Romero Ruiz
Esther Beltrán Yanes
Francisco Javier Dóniz Páez
Cayetano Guillén Martín
José Ángel Rodríguez Báez
Judit Rojas Hernández
Marzo, 2023
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Diferentes aspectos de la avalancha de escombros producida por el colapso gravitacional singenético del
25 de septiembre
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ÍNDICE
1. Introducción
2.
Inventario y caracterización de los principales elementos y
estructuras geomorfológicas
2.1 Catálogo de elementos y estructuras morfológicas del campo lávico
2.2 Cono volcánico principal y fisuras asociadas. Evolución del edificio volcánico
3. Mapa Morfológico
4. Catalogación y establecimiento de Unidades Territoriales de
síntesis del patrimonio natural.
4.2 Unidades territoriales de carácter morfológico
4.2 Unidades territoriales de Paisaje
5. Valoración de la Geodiversidad
6. Zonificación territorial según los elementos geomorfológicos y
paisajísticos
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1.- Introducción
La reciente erupción volcánica acontecida en la Isla de La Palma, ha implicado la activación de
una situación de emergencia ante el riesgo volcánico, inédita por sus características en Canarias
y en España, y muy poco frecuente en la propia Unión Europea, ya que la intensidad de los
efectos y la movilización de recursos han sido extraordinarias.
Esta erupción ha supuesto la activación del Plan Estatal General de Emergencias de Protección
Civil (PLEGEM) y el Plan Especial de Protección Civil y Atención de Emergencias por riesgo
volcánico de la Comunidad Autónoma de Canarias (PEVOLCA). Además, ha motivado la
declaración de la isla de La Palma como zona afectada gravemente por una emergencia de
protección civil (ZAEPC) de conformidad con lo dispuesto en la Ley 17/2015, de 9 de julio, del
Sistema Nacional de Protección Civil.
Por otro lado, en el ámbito autonómico, el Gobierno de Canarias ha habilitado la adopción de
medidas extraordinarias con la aprobación de varios Decretos Ley (D.L. 12/2021; D.L:1/2022; DL
2/2022). Al respecto, está siendo la Consejería de Transición Ecológica, Lucha contra el Cambio
Climático y Planificación Territorial del Gobierno de Canarias la encargada de impulsar el marco
territorial para la recuperación de la normalidad tras la erupción del volcán en la isla de La Palma
a través de un encargo a GESPLAN, como ente instrumental adscrito a la propia Consejería.
El desarrollo de la erupción de 2021 en la isla de La Palma ha generado la construcción de un
nuevo conjunto eruptivo constituido por un cono volcánico fisural, varias fisuras eruptivas y un
campo de lavas que ocupa una superficie de aproximadamente 12 km2. Aunque el seguimiento
de la erupción volcánica ha generado una cantidad muy significativa de datos volcanológicos,
geológicos, geofísicos, etc., hasta el momento no existe ningún estudio post-eruptivo que recoja
información adecuada y completa sobre el mosaico de elementos geológicos y geomorfológicos
presentes en el área afectada por el proceso eruptivo. Las constantes remodelaciones de las
fisuras, cráteres, conos, campos de lapilli y coladas de lava que se producen durante el
transcurso de una erupción, asociadas a cambios en la dinámica y en las tasas eruptivas, tipos
de productos resultantes y tipos de procesos eruptivos, determinan la construcción de nuevas
formas de relieve constituidas por numerosos elementos geológicos y geomorfológicos
diferentes que se combinan espacialmente entre sí y terminan por configurar unidades
territoriales nuevas con rasgos específicos.
Un primer paso en el conocimiento de todos los elementos que caracterizan a estos espacios
volcánicos es la obtención, análisis y tratamiento cartográfico de los elementos y unidades
geomorfológicas que los configuran. En este informe se parte de la consideración de la
geomorfología como una geología de superficie que sintetiza los aspectos de la gea con
implicaciones ambientales. La validez del conocimiento geomorfológico en el campo de lo
‘ambiental’ se debe en gran medida a su dimensión histórica: la comprensión de la secuencia de
procesos que han afectado a un territorio permite la elaboración de modelos de predicción para
identificar las posibles consecuencias (efectos) que pueden derivar de la implantación en el
mismo de una actividad cualquiera. Este conocimiento ha permitido llevar a cabo la
caracterización y el establecimiento de los valores territoriales específicos del conjunto eruptivo
resultante de la erupción de 2021 de la isla de La Palma, constituyendo un paso previo que es
básico si se quiere desarrollar una planificación y ordenación territorial adecuada a la nueva
configuración orográfica, una utilización planificada del territorio por parte de la sociedad.
El ámbito de estudio abordado en este trabajo incluye solamente aquellos espacios que se
desarrollan insertos dentro del conjunto eruptivo de Tajogaite, resultado de la erupción
volcánica ocurrida en la isla de La Palma entre el 19 de septiembre y el 13 de diciembre de 2021,
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puesto que la encomienda encargada por GESPLAN comprende territorialmente sólo la
caracterización y la elaboración de la cartografía geomorfológica de dicho territorio.
Concretamente, el objetivo general tiene como fin la caracterización de los relieves generados
durante el proceso eruptivo, la identificación de valores geológicos y geomorfológicos de estos
relieves y la mitigación de los posibles riesgos vinculados a la puesta en uso de estos espacios,
especialmente los relacionados de manera directa con los rasgos geológicos y geomorfológicos
del ámbito de actuación de este proyecto.
Los objetivos específicos del estudio:
1.- Inventariar y caracterización de los principales elementos y estructuras geomorfológicas
2.- Establecer las fases evolutivas de los conos y coladas generadas durante la erupción.
3.- Realizar el mapa geomorfológico de detalle.
4.- Valorar la geodiversidad.
5.- Catalogar y establecer unidades territoriales de síntesis del patrimonio natural
6.- Valorar y proponer una zonificación en base a criterios de interés científico y valor del
patrimonio natural.
2.- Inventario y caracterización de los principales elementos y estructuras
geomorfológicas
El inventario de elementos y estructuras volcánicas del Volcán de Tajogaite se ha llevado a cabo
partiendo del conocimiento de las formas presentes en los volcanes históricos y recientes de las
Islas Canarias. Ello nos ha permitido partir de un catálogo que incluye la totalidad de elementos
que suelen caracterizar al volcanismo fisural máfico de Canarias. Los elementos más
significativos del relieve de este tipo de volcanismo han sido incorporados a la cartografía
morfológica del volcán de Tajogaite.
Para la identificación de los elementos geomorfológicos del Volcán de Tajogaite ha sido
necesaria la elaboración previa de una cartografía que nos ha permitido llevar a cabo el análisis
de las distintas formas de relieve producidas durante la erupción. El Modelo digital del Terreno
utilizado ha sido el generado por la empresa pública Grafcan, obtenido mediante procesos de
selección, triangulación y muestreo conforme a una red, según los casos, 5x5 o 10x10 metros.
Sistema de Referencia ITRF93, Elipsoide WGS84, Red Geodésica REGCAN95 (versión 2001),
Sistema de representación UTM Huso 28 (extendido). Asimismo, para este estudio se han
utilizado el análisis de las ortofotos de vuelos de dron efectuados de manera más o menos diaria
durante el proceso eruptivo por el Cabildo de La Palma. El resto de las características técnicas
de los subproductos generados a partir del MDT (mapas de pendientes, orientación y rugosidad,
accesibilidad y exposición), son de rasgos similares, dado el origen de datos del que se ha
partido.
2.1 Catálogo de elementos y estructuras morfológicas del campo lávico
Coladas aa. Dentro de los flujos de rasgos aa se han distinguido dos tipos diferenciados. En
primer lugar, los flujos de aa típica que corresponden a coladas de superficie discontinuas y
caóticas constituidas por fragmentos escoriáceos, de bordes afilados y tamaño variable, que
oscila desde 1 a 10 cm. La existencia de estos fragmentos determina que haya multitud de
huecos entre ellos que podrían ser denominado como “calado” de las coladas aa. El calado suel e
aumentar con el aumento del diámetro de los fragmentos y es esencial de cara a la evolución
del paisaje de estas coladas. No obstante, en la superficie de este tipo de flujos aa pueden
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aparecer otros fragmentos constituidos por bloques angulares de lava masiva procedentes de la
fracturación de los fragmentos escoriáceos del propio flujo. Las escorias de la superficie aa
pueden evolucionar con la distancia al centro emisor y constituir coladas de fragmentos
esféricos denominadas como coladas en bolas, que no deben confundirse con las denominadas
bolas de acreción, ya que se forman sólo por fricción de unos fragmentos con otros durante su
recorrido y emplazamiento.
Las coladas aa en bloques muestran en superficie fragmentos de mayor tamaño, de entre 0,5 a
1 metro, de morfología irregular, normalmente alargados en la dirección del flujo lávico,
mostrando coloraciones que generalmente son más claras que las aa típicas. Estas corresponden
siempre a coladas de mayor potencia, son masivas y con superficies más continuas con ausencia
de calado, pero con la presencia ocasional de grietas. En la mayoría de las ocasiones están bien
estructuradas con canales y levées laterales.
Coladas pahoehoe. En esta categoría se incluyen morfologías superficiales muy diversas que
abarcan desde las típicas pahoehoe de superficie continua (digitadas, en losas, y de tipo
hummocky) hasta las que resultan de una evolución de las mismas y generan losas basculadas,
o pahoehoe escoriáceas o incluso en bloques. Se incluyen también en estos sectores estructuras
como túmulos, pequeñas mesetas y pozos de inflación, que se producen asociados al suministro
sostenido de lava debajo de una corteza externa aislante de comportamiento frágil. Este tipo de
estructuras lávicas muestran en superficie abundantes diaclasas, que no corresponden en
realidad a procesos de retracción de la lava durante su enfriamiento, sino que constituyen
fracturas de tensión provocadas por la expansión y las tensiones de tracción asociados a los
procesos de inflación (Elshaafi, 20191).
Canales, levées o diques de acreción, tubos y microtubos volcánicos, jameos, zonas de colapso
y sectores de inflación, tanto a partir de los puntos de inflación y deflación, que constituyen
auténticos puntos de redistribución de las lavas, como de sectores de desbordamiento de los
canales se suelen formar flujos de lava secundarios de carácter pahoehoe, aunque la colada
parental de la que proceden presente otra configuración morfológica. Estos rasgos superficiales
constituyen indicadores de los diferentes modos de emplazamiento de las lavas durante la
erupción y son la evidencia de la existencia de sistemas subterráneos complejos de tubos
volcánicos.
Una buena parte de las unidades pahoehoe del campo lávico de Tajogaite evolucionan
rápidamente hacia coladas aa, de modo que desde morfologías en losas, cordadas o laminadas
se transforman a medida que avanzan en flujos con escombros en superficie, correspondientes
tanto a losas basculadas como a fragmentos más vesiculares, muy semejantes a los fragmentos
de las coladas aa, en sus sectores más distales. La superficie continua de las coladas pahoehoe
y su color plateado las hace destacar de modo notable dentro del campo lávico del conjunto de
Tajogaite.
Escudos lávicos monogenéticos (scutulum). La emisión continuada de flujos pahoehoe a partir
de determinados focos eruptivos, ubicados en la fractura principal, así como emitidos desde
puntos de redistribución lávica situados sobre tubos volcánicos maduros y de actividad
continuada en el tiempo, da lugar a la formación de estructuras constituidas esencialmente por
lavas y de morfología en escudo. Estas estructuras suelen caracterizar a las coladas de zonas
proximales y se ubican fundamentalmente en las zonas de ruptura de pendiente presentes en
la base del edificio volcánico.
1
Elshaafi, A., & Gudmundsson, A. (2019). Emplacement and inflation of the Al-Halaq al Kabir lava flow field, central part
of the Al Haruj Volcanic Province, Central Libya. Journal of Volcanology and Geothermal Research, 381, 284-301.
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Coladas de resalida o brotes. Constituyen flujos que se forman como coladas secundarias a
partir de coladas parentales y que están alimentadas desde el interior fundido de las mismas.
Estas coladas se extruyeron a partir de bocas efímeras durante fases de emplazamiento tardío
de coladas de tipo aa. Están caracterizados por la presencia de una boca desde donde se extruye
el flujo formando una losa pahoehoe continua (denominada científicamente slab) que luego se
ve sujeta a procesos de inflación. Los elementos característicos de estas coladas son la presencia
del slab de salida, las marcas de flujo y la extrusión de squaze up (flujos de lava muy pastosa),
ocasionalmente de bloques muy voluminosos, con superficies estriadas. En estas coladas existen
en superficie laminas delgadas de apenas unos milímetros de espesor y con diámetros máximos
en torno a los 3- 8 cm, que corresponden a escamas vítreas de color negro oscuro y constituyen
uno de los elementos que permiten hablar de los procesos de inflación producidos al tiempo de
su extrusión. Las coladas de resalida pueden aparecer en los frentes y levées laterales y en el
interior de los canales de los flujos parentales, fundamentalmente de tipo aa. La mayor parte de
estos flujos tienen longitudes que no llegan a sobrepasar algunos cientos de metros
Flujos en bloques del deslizamiento Una de las morfologías más específicas del volcán de
Tajogaite es el depósito de avalancha, generado por el colapso gravitacional lateral, de tipo
singenético, de un sector del edificio volcánico, producido el 25 de septiembre. Corresponde a
un flujo caótico constituido por numerosos bloques decamétricos, con tamaños de hasta 13 m
de diámetro, y lavas de tipo clastogenético, disgregados del flanco colapsado. Estos bloques
están constituidos, por tanto, por spatter y capas de lava. La morfología en montículos
(hummocky), tan habitual de las avalanchas sólo se conserva en el margen sur de la misma y en
el sector donde se apoya sobre Montaña Rajada, debido a que con posterioridad a su formación
fue arrastrada por flujos lávicos que transportaron los bloques a más de 2,5 de su lugar de
emplazamiento. Todo el depósito se encuentra cubierto por finas capas asociadas a pequeños
flujos piroclásticos y piroclastos de dispersión que muestran signos de alteración puntuales, con
depósitos de azufre vinculados a localidades con anomalías térmicas importantes (ver imágenes
de la contraportada). El manto de lapilli de dispersión de fases eruptivas posteriores cubre el
depósito, homogeneizando el paisaje.
Canales de lava. Son depresiones longitudinales formadas en el eje de un flujo de lava activo
que están contenidas dentro de zonas de lava estática, los denominados levées o diques. En el
volcán de Tajogaite, existen canales poco marcados en el relieve con otros profundos y
constituidos por secuencias de diques embutidos unos en otros formados por los distintos
niveles del flujo activo alcanzados durante su emplazamiento. La anchura y profundidad de los
canales de lavas aa varía según el flujo y la distancia con respecto al centro emisor, mostrando
desde sólo unos pocos metros a más de 80 de anchura y desde un par de metros hasta unos 11
- 12 m de profundidad. La variedad y configuración morfológica de estos canales es compleja
dentro del campo de lava, pues no existen más que unos pocos flujos de lava que conecten con
el centro emisor, constituyendo flujos de canales simples bien delimitados y sin diques laterales
embutidos. Sin embargo, la morfología de estos canales puede llegar a ser muy compleja, ya que
dentro del campo volcánico existen canales bordeados por al menos 7 niveles de levées laterales
dispuestos a alturas distintas respecto al canal, lo que permite su interpretación como
consecuencia de una disminución del caudal del canal a lo largo del tiempo. En esta secuencia,
los diques externos, suelen ser los formados en primer lugar y son además los más altos, lo que
es indicativo de la altura del flujo inicial. Los diques internos se pueden formar a través de una
gran variedad de procesos, por lo general representan cambios en el nivel de lava, pero pueden
originarse también por inflación del flujo que corre por el canal o por flujos posteriores,
drenados utilizando canales previos, por lo que la colada que recorre su fondo no corresponde
a la colada que forma los diques laterales. La mayoría de los canales experimentaron episodios
repetidos de llenado, inflación y drenaje.
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Levées. Los diques de lava son estructuras de construcción producidas por el enfriamiento de la
lava en sus zonas laterales y frontales. En las lavas aa, los diques laterales suelen estar formados
por la acumulación de fragmentos escoriáceos, bolas de acreción y bloques erráticos del propio
flujo, que pueden estar sueltos o soldados. Por lo general, el dique posee dos partes distintas:
una pendiente exterior más suave, dispuesta a modo de talud, y una pared interior más
empinada. Los taludes suelen estar compuestos por fragmentos sueltos y no consolidados. El
tamaño de estos fragmentos varía desde arena gruesa de tamaño submilimétrico, pasando por
gránulos y pequeños bloques, hasta bloques mayores a 1 m. Los fragmentos son típicamente de
escoriáceos a redondeados, y todo el depósito está clasificado de forma moderada a pobre. Por
lo general, hay una ligera disminución en el tamaño medio del fragmento en el dique exterior.
Los levées pueden ser “externos”, que son aquellos que bordean el canal lávico por fuera , y
representan la altura máxima alcanzada por los flujos iniciales; los diques “internos” aparecen
dentro del propio canal y son el resultado de procesos de inflación del flujo que corre por dentro
del canal, o de los distintos niveles alcanzados por el caudal de lava que circula dentro del canal.
Los diques pueden ser también acrecionales, y de desbordamiento.
Bolas de acreción. Corresponden a fragmentos de lava masivos de carácter esférico con un
núcleo interior, normalmente correspondiente a un clasto de la propia colada. Se forma por la
inclusión de esos fragmentos en el interior aún fundido de la lava y son arrastrados hacia la
superficie por el propio movimiento de la lava. En el volcán de Tajogaite, la abundancia de restos
asociados a la actividad humana (ladrillos, tejas, bloques, etc.) ha determinado la presencia de
bolas de acreción con núcleos procedentes de las edificaciones e infraestructuras cubiertas por
las lavas.
Bloques erráticos. Constituyen bloques de gran tamaño, comúnmente con diámetros superiores
a los 2 metros, pero que pueden llegar a alcanzar hasta 5 m, procedentes de fragmentos de los
edificios generados por derrumbes parciales o colapsos. Se forman también a partir de bloques
desgajados de los levées de desbordamiento, típicos de canales de lava de flujos pahoehoe.
Estos bloques son transportados pasivamente por los flujos de lava desde su posición inicial
hasta distancias superiores al km. Durante su transporte, los bloques erráticos, pueden
fragmentarse y generar bloques de menor tamaño o entrar en contacto con la lava fundida del
interior del flujo y formar bolas de acreción.
Taludes lávicos. Se trata de una zona de ruptura de pendientes muy marcada que limita hacia
el oeste las plataformas lávicas costeras generadas durante la erupción y que dibujan bandas de
orientación prácticamente N-S. Están caracterizadas por valores de rugosidad y de pendientes
medias altas, con valores de pendiente entre el 30 y el 40%; los valores máximos de pendiente
(> al 40%) se localizan en las áreas de mayor altitud de la zona de ruptura de pendientes. Estas
laderas se configuran localmente como vertientes regladas, en los sectores donde la potencia
de las coladas es menor y son resultado del emplazamiento de unidades lávicas individualizadas.
Tanto los valores de pendiente como los de rugosidad menos marcados coinciden con bandas
de disposición meridiana que alternan con las anteriores. Estos sectores coinciden con aquellas
localidades donde tanto el número de coladas como su potencia es mayor, marcando los puntos
principales de alimentación de las coladas que dieron lugar a las plataformas lávicas costeras.
Campos de piroclastos. En esta categoría solo se han considerado los espacios caracterizados
por potentes acumulaciones de lapilli y cenizas delimitadas entre las diferentes coladas de lava
y el edificio principal. No se han tenido en consideración los campos de acumulación
piroclásticos fuera de estos sectores por carecer de información cartográfica de base suficiente
para llevar a cabo su delimitación espacial. No obstante, en estos sectores hay que diferenciar
las áreas proximales a los centros eruptivos, caracterizadas por configurar superficies con
potencias de cenizas y piroclastos de caída importantes, siempre superiores a 1 m, y
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caracterizadas superficialmente por la presencia de impactos balísticos. Las transformaciones
post-eruptivas de este amplio campo de piroclastos de caída y de dispersión son actualmente
muy evidentes y están vinculadas a la removilización de las cenizas y lapilli por procesos eólicos
y a la formación de pequeños debris-flow (pequeños flujos de cenizas y lapilli), generados por la
incipiente escorrentía en puntos de concentración de la misma, durante períodos de
precipitación más o menos intensos producidos tras la erupción.
No obstante, durante el período activo el emplazamiento de cenizas en sectores de pendientes
pronunciadas, como el flanco sur del edificio volcánico y los bordes de las coladas más potentes,
se produjo la formación de pequeños debris-flow vinculados a procesos de gravedad.
Formas sedimentarias. Dentro del conjunto volcánico de Tajogaite, existen formas de relieve
que no están directamente vinculadas con la actividad volcánica y que dependen de procesos
de erosión y sedimentación post-eruptivos.
Tras la llegada al mar de las coladas y después de la estabilización de los frentes de los deltas,
pero aún durante el periodo eruptivo, se detectó la formación de pequeños cuerpos
sedimentarios establecidos entre los lóbulos de las coladas de la plataforma o al norte y sur de
los deltas. Estos cuerpos sedimentarios has dado lugar a la formación de playas de callaos y de
fragmentos más o menos angulosos, de dinámica muy activa y de rasgos variados.
El cantil que cierra las plataformas lávicas costeras por el este, no ha llegado a desaparecer del
todo bajo las coladas de lava del Tajogaite, de modo, que en algunos puntos del mismo se han
producido desprendimientos que han formado taludes detríticos que se apoyan directamente
sobre las lavas. Estas formas sedimentarias representan los primeros pasos de la transformación
post-eruptiva de la geomorfología del volcán.
2.2.- Cono volcánico principal y fisuras asociadas. Evolución del edificio volcánico
El volcán de Tajogaite estuvo activo 85 días y emitió un volumen de magma de unos 159 M de
m3, ocupando una superficie de 1219 ha. La composición geoquímica de los materiales emitidos
cambió desde tefritas a basanitas a partir del décimo día. La actividad volcánica se desarrolló a
través de tres campos de fracturas:
• Una principal, abierta desde aproximadamente los 840 a los 1000 m de altitud, con una
longitud de 650 m y una dirección NW-SE, donde la actividad se mantuvo a lo largo de toda
la erupción. Esta fractura es la sede de los cráteres principales y de mayor desarrollo.
• Unas secundarias de unos 800 m de longitud, paralela y con la misma directriz que la
principal, aunque situada un poco más al norte de la misma. En esta fractura la actividad se
concentró fundamentalmente en el sector suroccidental, creándose un centro emisor en
herradura en el sector SE de la fractura el 28 de noviembre que continuó activo hasta
prácticamente el final de la erupción. En el resto de la fisura se abrieron una decena de
pequeños centros de carácter efusivo, con la creación de hornitos y la emisión de
abundantes lavas de tipo pahoehoe hasta dar lugar a la formación de pequeñas
construcciones escutiformes generadas por acumulación de lavas denominadas en la
terminología científica como “scutulum” (Guillen et al,2022) 2.
La línea cratérica principal consta de un total de 8 centros eruptivos, de comportamiento
intermitente y alternante y es resultado de remodelaciones constantes a lo largo del período
activo, de modo que no todos estos centros emisores muestran los mismos rasgos morfológicos.
2 Guillén-Martín, C., & Romero, C. (2022). Volcanic Geomorphology in El Hierro Global Geopark.
In El Hierro Island Global Geopark: Diversity of Volcanic Heritage for Geotouris m (pp. 33-42).
Cham: Springer International Publishing.
10
Los centros de emisión localizados a cotas por debajo de los 676 metros de altitud en el sector
nororiental y suroccidental de dicha fractura tuvieron una actividad eminentemente efusiva.
En el tramo central, durante la primera semana los focos eruptivos tuvieron tanto actividad
efusiva como explosiva, construyendo muy rápidamente un cono de aproximadamente 200 m
de altura, con flancos de elevada pendiente hacia el sur. A partir de la noche del 25 de
septiembre se observaron al menos dos eventos de colapsos singenéticos de parte del edificio
que cambiaron su morfología de modo sustancial, creando una cicatriz de colapso en forma de
herradura abierta hacia el W. Esta cicatriz fue desapareciendo luego poco a poco durante la
erupción a medida que se depositaban piroclastos de caída que regularizaron la pendiente de
este flanco del edificio y fluían lavas que arrastraban los bloques. Estos episodios dieron lugar a
la formación de un flujo de avalancha de escombros configurado por bloques de gran tamaño
correspondientes a fragmentos del flanco del edificio deslizado. Estos grandes bloques llegaron
a emplazarse hasta la zona del sur de Montaña Rajada y luego fueron trasladados vertiente abajo
por coladas de lava posteriores.
En el tramo, noroccidental el derrame de lava se produjo de forma alternante y concomitante
con el desarrollo de fuentes de lava de tipo hawaiano de actividad continua y a partir de
episodios estrombolianos rítmicos, caracterizando a los puntos de actividad efusiva más
duraderos y de mayor volumen de magma emitido, lo que determinó su configuración como
centros alineados que construyeron pequeños coneletes de escorias. La construcción de estos
coneletes y los aumentos repentinos en las tasas de emisión provocaron una remodelación
constante de estos focos, con el derrumbe de los coneletes anidados los días 3, 8 y 10 de octubre
y la formación de flujos con abundantes bloques erráticos. De este modo los focos
noroccidentales terminaron por configurar un cráter en forma de herradura abierta al NW
Por el contrario, el centro efusivo suroccidental emitió un solo flujo lávico que estableció su
frente a menos de un km, por lo que el volumen de magma emitido fue significativamente
menor no favoreciendo la construcción de un edifico en torno al mismo.
Los centros de emisión centrales de este tramo principal, corresponden a puntos de actividad
exclusivamente explosiva, con dinámicas estrombolianas, estrombolianas violentas y
freatomagmáticas, y su caracterización morfológica revela su configuración a partir de centros
explosivos que estuvieron en constante remodelación durante el período activo, de tal manera
que coexisten cráteres anulares en embudo, encajados unos en otros y de menor profundidad,
y grandes cráteres en embudo de profundidades entre los 50 y los 80 m y radios máximos en
torno a los 200 m. de diámetro. Estos centros de emisión corresponden a los puntos de la factura
que prolongaron su comportamiento hasta la finalización de la actividad explosiva el día 13 de
diciembre de 2021.
3. Mapa Morfológico
La cartografía geomorfológica del volcán de Tajogaite en La Palma ha puesto de manifiesto una
elevada complejidad morfológica del conjunto eruptivo. Este grado de complejidad se
manifiesta a través del elevado número y diversidad morfológica de las unidades definidas por
sus rasgos geomorfológicos y volcanológicos. Este hecho determina la existencia de un campo
lávico de elevada fragmentación espacial, único en el contexto del volcanismo histórico y
holoceno de Canarias.
La geodatabase asociada incluye toda la información de cada uno de los recintos identificados,
todos los elementos geomorfológicos representados aparecen en el mapa adjunto de
geomorfología de detalle (Fig. 1. Ver Anexo I, para mejor resolución de la imagen ).
11
Figura 1. Mapa geomorfológico del volcán de Tajogaite
4. Catalogación y establecimiento de Unidades Territoriales de síntesis del
patrimonio natural
4.1 Unidades territoriales de carácter morfológico
Los rasgos morfológicos y la organización espacial del mosaico de polígonos que configuran el
conjunto eruptivo de Tajogaite permite la diferenciación de unidades territoriales de síntesis. En
estas unidades, los elementos y estructuras morfológicas definidas en el mapa geomorfológico
aparecen combinadas entre si constituyendo sectores de rasgos diferenciados dentro del
conjunto eruptivo (ver Anexo 1, y Fig. 2).
Se han diferenciado tres unidades espaciales:
1.- Edificio volcánico principal, coladas proximales y área de deslizamiento.
2.- Sistemas de fisuras efusivas del área meridional.
3. Campo lávico, que integra tres subunidades distintas:
- Coladas aa.
- Campos pahoehoe.
- Delta lávico.
4.1.1 Edificio volcánico principal, coladas proximales y área de deslizamiento.
Constituye la unidad morfológica principal del conjunto eruptivo, ya que engloba todo el sistema
de fracturas y centros de emisión que permitieron la construcción de un edificio fisural múltiple
12
de alta complejidad morfológica y evolutiva. Se trata de una de las áreas de mayor geodiversidad
morfológica, pues en él se integran tanto el edificio volcánico principal, como las fisuras efusivas
ubicadas en el cráter noroccidental y la fractura norte paralela a la principal de la base del cono
volcánico, incluyendo también la zona de flujos proximales y el deslizamiento que tienen como
rasgo común su intenso recubrimiento de cenizas y lapilli, lo que da lugar a la homogeneización
morfológica de esta unidad. El volumen de lava emitido a partir de estas fracturas terminó por
edificar pequeños edificios monogenéticos constituidos por el apilamiento de lavas pahoehoe
(scutulum monogenéticos) y la formación de hornitos de spatter dispuestos en el punto de
emisión principal de los mismos. Las lavas emitidas desde estos centros dieron lugar a coladas
clastogenéticas que alimentaron flujos de lava esencialmente pahoehoe, canalizadas por tubos
volcánicos hasta las áreas de inflexión de la pendiente situadas en la base del cono. Estas áreas
de inflexión están caracterizadas por la presencia de jameos y puntos de redistribución lávica,
formados por procesos de inflación y deflación sobre tubos volcánicos, que constituyen puntos
de emisión secundarios y desenraizados, es decir, no vinculados directamente con el sistema de
alimentación magmática de la erupción. Se trata de elementos que, durante los períodos de
aumento de la tasa eruptiva, actuaron como auténticos centros de emisión de las lavas
secundarias drenadas desde el interior de los tubos volcánicos.
Se integra también en esta unidad el deslizamiento, con la formación de flujos cataclásticos3 con
grandes bloques procedentes del flanco del cono, originado a lo largo del día 25 de septiembre,
ya que constituye un evento más de la configuración del edificio volcánico. Uno de los elementos
que ayuda a la homogeneización superficial de las formas es la intensa acumulación de cenizas
que afecta a todas estas morfologías. La mayoría de los elementos descritos constituyen formas,
o combinación de las mismas, únicas en el contexto del volcanismo histórico de La Palma y
tienen grados de fragilidad elevados tanto respecto a su evolución natural inmediata (p. ej:
desprendimientos post-eruptivos producidos en el interior de los cráteres principales por
asentamiento de los materiales) como a las posibles acciones antrópicas en el área.
4.1.2.- Sistemas de fisuras efusivas del área meridional
Durante las fases finales de la erupción, en el borde meridional del campo lávico se abrieron un
total de seis fisuras de tipo efusivo de entre sólo 29 metros hasta 186 m de longitud, localizadas
en cotas en torno a los 685, 600, 520, 505, 480 y 430 m de altitud. Estas fisuras meridionales
engloban conjuntamente un total de 68 puntos de emisión en un área de tan sólo 0,3 km2, lo
que constituye un hecho excepcional en el volcanismo histórico de las islas de Tenerife ,
Lanzarote y La Palma. Las lavas emitidas desde estos focos corresponden a flujos de escasa
potencia con superficies pahoehoe que transitan rápidamente desde las pahoehoe digitadas y
cordadas a las pahoehoe en losas y en losas dispuestas como planchas verticales, para terminar
configurando pahoehoe escoriáceas. Se trata de lavas de gran fragilidad, pues poseen costras
poco desarrolladas de apenas 10 cm de espesor y dado su emplazamiento espacial muestran
elevados grados de exposición. Corresponde a un área de alta geodiversidad de que engloba
fisuras de morfología simples o complejas, con colapsos, murallas de spatter, hornitos, tubos
volcánicos, canales, estructuras de inflación y coladas de resalida. En este sector, son
especialmente abundantes los moldes de elementos antrópicos diversos y de árboles y especies
vegetales variadas (palmeras, tabaibas, tuneras, etc.), así como fragmentos heterogéneos de
elementos antrópicos integrados dentro de las lavas como auténticos xenolitos.
3 Flujos formados por la trituración mecánica y fracturación de cizallla a partir del colapso del cono
13
4.1.3 Campo lávico
La cartografía geomorfológica del volcán de Tajogaite en La Palma ha puesto de manifiesto una
elevada complejidad morfológica de los campos de lava asociados a la erupción. Este grado de
complejidad se manifiesta a través del elevado número y diversidad morfológica de las unidades
cartografiadas, pues el 86% de los recintos corresponden a flujos de lava. Este elevado número
de unidades es resultado de una configuración espacial del campo lávico muy compleja,
constituida por coladas de lava que no siempre tienen continuidad desde los centros de emisión
hasta el mar, existiendo muchos recintos correspondientes a sectores de flujos que quedan
desconectados unos de otros y aislados entre coladas posteriores, no siempre de la misma
morfología. A estos retazos de coladas de lava los hemos denominado como intralávicos y
representan el 33% de los polígonos catalogados como coladas de lava. A este hecho hay que
añadir, además, el elevado número de coladas de resalida o brotes lávicos (que suman un total
de 348 recintos) asociados fundamentalmente a las lavas aa y emplazados en el interior de los
canales de lava y en los diques laterales y frontales. Todas estas pequeñas unidades de flujo
contribuyen a la perdida de la geometría y la continuidad espacial de los flujos parentales de los
que proceden. El grado de complejidad también está asociado a la existencia de coladas de
distintas fechas embutidas unas en otras, utilizando las coladas más jóvenes los canales de lava
de flujos previos. Este hecho determina la existencia de un campo lávico de elevada
fragmentación espacial, único en el contexto del volcanismo histórico y holoceno de Canarias.
El campo lávico ha sido caracterizado en función de sus rasgos morfológicos superficiales en tres
sectores diferentes; de un lado, las correspondientes a flujos de lava de superficie aa, los campos
de pahoehoe compuestas y el delta de lava.
4.1.3.1 Campo lávico aa
Corresponde a la unidad de mayor continuidad espacial y mayor superficie cubierta por flujos
lávicos, con un área de 8,1 km2. Se trata de una unidad constituida por coladas máficas de
morfologías escoriáceas, de aspecto erizado y caótico, y formadas por fragmentos sueltos de
rasgos heterométricos variados, con diferentes niveles de calado. Espacialmente corresponde a
las coladas emplazadas en las áreas septentrionales y meridionales del campo de lava. Se trata
de coladas aa con superficies típicamente aa, en bolas o en bloques y con canales y diques
laterales, frontales y centrales bien definidos, que se digitan en varios brazos a medida que
descienden en altitud, pero que no siempre tienen continuidad como flujos únicos al estar
superpuestas distintas unidades de flujo de fechas diferentes. En esta unidad destacan por su
gran número las coladas de resalida procedentes de coladas parentales previas.
4.1.3.2 Campo lávico de pahoehoe compuestas
Forman parte de una unidad territorial de gran continuidad espacial, constituida por flujos
máficos compuestos de tipo pahoehoe; con una superficie total de aproximadamente 1,2 km2
caracterizan a los flujos medios y distales del sector central del campo de lava. Aunque los flujos
lávicos de este tipo fueron emitidos durante la mayor parte del período activo, la mayoría de los
afloramientos visibles en superficie actualmente corresponden a coladas emplazadas desde
mediados de noviembre hasta el final de la erupción. Este tipo de coladas se concentra en el
área central del campo lávico de Tajogaite y caracterizan a flujos que se emplazaron en sectores
de pendientes bajas, lo que favoreció su espesamiento endógeno a través de procesos de
inflación Estos campos de flujos pahoehoe muestran elevados grados de diversidad morfológica
pues están integrados por morfologías y estructuras lávicas de coladas pahoehoe de tipo S y P.
Muestran morfologías que van desde las típicas pahoehoe digitadas, las formadas a partir de
desbordamientos episódicos de canales de lava, coladas en losas, en losas verticales,
14
escoriáceas e incluso en bloques, con estructuras como canales y levées (diques laterales y
frontales de enfriamiento), colapsos, puntos de redistribución lávica generados a partir de
procesos de inflación y deflación y asociados a tubos volcánicos.
4.1.3.3 Deltas de lava
La llegada de coladas al mar genera la aparición de superficies lávicas singulares que han sido
denominados como deltas de lava. Los deltas de lava constan de tres sectores: un talud lávico,
formado por la caída de fragmentos de la colada al saltar el acantilado previo, una plataforma
irregular constituida habitualmente por flujos de lava de superficies caóticas tipo aa o en
bloques, y una línea costera configurada como un escarpe cuya altura depende de la potencia
media alcanzada por las lavas. En la erupción de Tajogaite, los deltas pueden ser clasificados
según su tipo de formación y según el número de puntos de alimentación lávica a partir de los
cuales se construyeron. El delta del norte, formado a partir del 22 de noviembre de 2021,
corresponde a un delta simple, generado a partir de un único flujo de alimentación, por lo que
constituye una plataforma costera de planta groseramente en abanico, con potencias medias
entre 8 y 9 m y máximas de hasta 18 m en la base del ápice de alimentación.
Fig.2.- Unidades territoriales de síntesis de las formas volcánicas de Tajogaite
El delta sur, forma entre el 28 de septiembre y las fases finales de la erupción, corresponde a
una plataforma lávica costera compuesta, generada a partir de múltiples flujos de lava de fases
distintas de la erupción que alcanzaron el acantilado por sectores diferentes, lo que le otorga
una gran complejidad morfológica. En esta plataforma se reconocen hasta casi una veintena de
unidades de flujo diferentes superpuestas y yuxtapuestas unas con otras. La reutilización de
algunas de las vías de alimentación por flujos de fases diferentes introduce cambios en la
15
morfología de los taludes, pues estos son sustituidos por flujos ya maduros y organizados en
canales y levées laterales y frontales. La superposición de coladas en la plataforma interior
determina que la potencia de las coladas sea sensiblemente superior, con medias superiores a
los 20 m y con altitudes de entre 40 y 50 metros en la base de los ápices de alimentación. Como
resultado de todo ello, la planta de esta plataforma lávica no corresponde a la planta típica en
abanico de los deltas de lava, mostrando un diseño de tipo rectangular, con una costa más o
menos lobulada en función del volumen de lava de cada uno de los flujos presentes en ella.
4.2 Unidades territoriales de Paisaje
La posible evolución del paisaje del volcán de Tajogaite se ha realizado a partir de una
concepción de la Geografía Física Global, que parte de una idea de la Naturaleza Física como un
todo complejo en la que los componentes se interrelacionan dinámicamente en el espacio y en
el tiempo. La base de la propuesta de paisaje se fundamenta en estudios previos desde esta
perspectiva en territorios volcánicos históricos del archipiélago canario.
La localización de este nuevo volcán en la vertiente occidental de la dorsal volcánica de Cumbre
Vieja entre 0-1.050 msnm, determina que esté inserto en condiciones climáticas locales
diferenciadas organizadas por la altitud, que constituirán el principal factor de control de la
evolución de los procesos de colonización vegetal y erosión. La inexistencia de redes
hidrográficas previas que podrían haber sido cerradas por la superposición de los nuevos
materiales de Tajogaite, no implicará remodelaciones significativas de las morfologías eruptivas
de las coladas por la reapertura de nuevas vías de desalojo torrencial, salvo en los márgenes
externos de éstas. No obstante, el establecimiento de este nuevo volcán en un marco espacial
con una ocupación intensa por el uso urbano y agrícola del territorio ha dado lugar a la brusca
alteración de las morfologías originales en algunos sectores, y en el futuro a una importante
influencia de la actividad humana a través en la invasión de plantas exóticas invasoras, nitrófilas
y arvenses, que convivirán con las especies colonizadoras de las comunidades vegetales más
naturales de estos ámbitos bioclimáticos. En este sentido, la presencia de islotes, carreteras y
caminos para la comunicación entre estas unidades de paisaje de origen antropogénico,
reforzará aún más la incorporación y colonización de estas especies.
El aumento de la escala de análisis permite diversificar los condicionantes geográficos que
guiarán las variaciones del futuro paisaje de Tajogaite, sobre todo de la vegetación, por lo que
las unidades de paisaje principales se descomponen en unidades menores (ver Anexo I). En este
sentido, los materiales volcánicos intervendrán a través de dos rasgos físicos concretos. En
primer lugar, la movilidad derivada de la falta de coherencia de los piroclastos es fundamental
para comprender las diferencias que se podrían observar en la geografía de detalle de la
vegetación y de las formas de modelado, entre las acumulaciones de materiales de proyección
aérea y las coladas de lava. En segundo lugar, los contrastes en la continuidad y regularidad de
las superficies lávicas entre formas aa y pahoehoe introducirán otras variaciones evidentes en
la distribución de las plantas vasculares y talófitos colonizadores.
En definitiva, la acción interrelacionada de estos factores organizada jerárquicamente según la
escala espacial permite establecer esta propuesta de evolución posible del paisaje de Tajogaite,
articulada territorialmente en las siguientes unidades de paisaje.
La tendencia confirmada de calentamiento global que experimenta el ambiente a escala mundi al
implicaría, como se está comprobando en estudios realizados desde diferentes perspectivas en
las islas, en un cambio principal en la organización del paisaje propuesto hacia un
desplazamiento altitudinal ascendente del ambiente más cálido (ver fig 3).
16
4.2.1. Coladas en ambiente litoral
Esta unidad corresponde a los frentes de lava que alcanzaron el mar y formaron deltas lávicos al
pie de los cantiles costeros. El efecto de la maresía propia de los litorales canarios condicionará
la composición florística de un matorral abierto, que podrá estar constituido preferentemente
por salado (Schizogine sericea), lechuga de mar (Astydamia latifolia), tomillo de mar (Frankenia
ericifolia), la siempreviva (Limonium pectinatum) o la cerraja marina (Reichardia ligulata).
Con respecto a los procesos de erosión activos actualmente en esta unidad del paisaje,
relacionados con la acción directa y constante del oleaje sobre las coladas, están dando lugar a
un desgaste mecánico intenso y, por tanto, de desmantelamiento y retroceso del frente lávico
costero. Los procesos de sedimentación por la deriva litoral presentes en la zona y al aumento
del volumen de material procedentes de la erosión de la colada están originado una dinámica
muy rápida de formación de playas de callados. Hacia el interior, en los taludes lávicos disminuirá
la influencia halófila en el matorral y los procesos de erosión dominantes serán los de vertiente.
4.2.2. Coladas en ambiente cálido
Las condiciones del clima local de esta franja altitudinal se caracterizan por una temperatura
media anual superior a 19oC y precipitaciones anuales inferiores a 350 l/m2 (Marzol, 2000). Se
trata de unas características ambientales propias de los sectores costeros y medianías bajas del
Valle de Aridane, que afectan a altitudes comprendidas en torno a los 100-600 m, y que influirán
en la composición florística de la vegetación de las coladas. En los derrames lávicos progresará,
por tanto, un matorral integrado por especies xerófilas con adaptaciones rupícolas del cardonal-
tabaibal y del retamar blanco, comunidades características de estos ambientes de La Palma, y
asociadas, sobre todo, a líquenes saxícolas. Estas formaciones arbustivas podrían estar
integradas por especies como el arrebol (Echium brevirame), la retama (Retama rhodorhizoides),
el tomillo burro (Micromeria herpyllomorpha), el poleo (Bystropogon origanifolius), el verode
(Klinia neriifolia), la tabaiba amarga (Euphorbia lamarckii), la vinagrera (Rumex lunaria), etc. La
vinagrera y la tabaiba amarga, además de otros elementos arvenses y nitrófilos, tendrían una
presencia importante debido a la proximidad de las áreas de cultivo y de población en los
márgenes e islotes de las coladas. En este sentido, la intensa intervención humana que se está
produciendo en la actualidad en algunos sectores ya ha permitido detectar la entrada de una de
las plantas más peligrosas en los ecosistemas situados por debajo de 1.000 m de altitud, que es
el rabo de gato (Pennisetum setaceum). La gran capacidad colonizadora del pino canario (Pinus
canariensis) en territorios volcánicos históricos también permitirá la incorporación de la conífera
canaria, fortalecida por la cercanía del bosque de pinar.
4.2.2.1. Campo lávico aa
Las diversas morfologías en las corrientes lávicas contribuirán a cambios espaciales internos en
la geografía de detalle de la vegetación. Estas morfologías incluyen coladas aa con canales y
levées y pequeñas coladas de resalida. Así, los sustratos escoriáceos discontinuos y
fragmentados de las coladas aa implicarán una distribución de la cubierta vegetal conforme a la
alternancia de estas superficies con sectores de mayor regularidad. Por tanto, la presencia de
morfologías específicas de canales lávicos podrá introducir una organización diferenciada entre
cauce de canal, con superficies muy irregulares y, por ello, predominio de plantas herbáceas y
arbustivas, y los diques laterales y frontales con sustratos más continuos que favorecerán la
presencia de arbustos y pino canario. La composición florística se vinculará a las especies ya
citadas para la unidad de paisaje principal.
17
4.2.2.2. Campo lávico pahoehoe
Los derrames pahoehoe generan otro tipo de sustrato lávico más regular y continuo que puede
implicar una particular organización del matorral. En estas coladas los elementos vegetales se
distribuirán condicionados por las retículas que dibujan las grietas de enfriamiento –captadoras
preferentes de finos externos al volcán-, que distinguen las diversas y llamativas formas de estas
emisiones lávicas. También se estima que el progreso de los pinos se producirá de forma muy
dispersa en estas coladas. Al tratarse de una subunidad del paisaje, las especies vegetales se
asocian con los rasgos florísticos de la unidad principal de la que forman parte.
5.2.2.3. Las fisuras meridionales
En las fisuras localizadas al sur del campo lávico de Tajogaite se emitieron materiales muy
fluidos, de carácter pahoehoe, con superficies lávicas más o menos continuas y de escasa
potencia que facilitará su erosión y transformación post-eruptiva. Por ello, se considera
probable que se asociarán a un recubrimiento y variedad florística del matorral algo más
significativo que el establecido para las anteriores morfologías pahoehoe. Se trata de una unidad
de escasa extensión en los terrenos lávicos.
4.3. Coladas en ambiente templado-cálido
Esta unidad de paisaje principal corresponde a las coladas situadas en torno a los 600-800 m de
altitud y se vinculan a un clima local de temperatura media anual desde 16oC a 19oC, y
precipitaciones anuales entre 200 y 600 l/m2. El ambiente algo más fresco y húmedo que
determina el ascenso altitudinal introducirá cambios florísticos en la vegetación. La comunidad
vegetal de adaptaciones rupícolas que podrá colonizar estas coladas estaría compuesta, aparte
de especies ya mencionadas como la vinagrera (Rumex lunaria), la tabaiba amarga (Euphorbia
lamarckii) o el verode (Kleinia nerifolia), por otras como, por ejemplo, el incienso (Artemisia
thuscula), el cerrajón brillante (Sonchus bornmuelleri), el poleo (Bistropogon origanifolius var.
palmensis) el bejeque (Aeonium holochrysum), el tagasaste (Chamaecytisus proliferus), el
arrebol azul (Echium webbii), etc., y pinos canarios. Desde el punto de vista de la colonización
por talófitos, este ambiente puede propiciar el desarrollo del liquen Stereocualon vesuvianum,
primocolonizador de coladas históricas en ambientes húmedos. La existencia de cultivos y áreas
urbanas próximas al volcán y en los islotes pueden incrementar también en esta unidad las
especies de sustitución e invasoras ya mencionadas.
4.3.1. Coladas aa
En las coladas aa la presencia de canales de derrame podrán establecer de nuevo la distribución
preferente ya comentada, dependiendo de la existencia de cauces y diques o levée. En los cauces
se desarrollarán sobre todo plantas herbáceas y arbustivas que se adaptan a los sustratos más
irregulares, y en los diques progresarán arbustos y algunos pinos dispersos, favorecidos por la
mayor continuidad de la superficie. La composición florística se vincula a las especies que forman
parte de la unidad de paisaje principal. Estas coladas presentarán los recubrimientos más
elevados del liquen Stereocualon vesuvianum por el ambiente más húmedo dominante.
4.3.2. Coladas pahoehoe
En las coladas de este tipo de morfología, los elementos herbáceos y arbustivos de esta franja
bioclimática presentarán una localización muy dispersa, al igual que el pino canario. También se
producirán cambios con respecto a la colonización por los talófiltos. La superficie lávica
pahoehoe dificulta el desarrollo del liquen fruticuloso, habitual de las coladas históricas incluidas
en esta franja altitudinal, por lo que su recubrimiento disminuirá. Asimismo, en estas
18
morfologías fluidas la localización de los elementos del matorral dependerá de fisuras lineales,
derivadas del enfriamiento de formas en cuerdas, losas, etc., características de estos derrames
lávicos.
4.3.3. Fisuras meridionales recubiertas por cenizas y lapilli
En esta de la franja altitudinal superior, el potente recubrimiento de piroclastos que se
superpone sobre las coladas de tipo pahoehoe determinará otras pautas espaciales en la
colonización vegetal y, en consecuencia, de la fisonomía probable de esta unidad. Este tipo de
sustrato no facilita el desarrollo de vegetación talófita por lo que el matorral abierto integrado
por las especies características de este tramo altitudinal, no se asociará a este grupo de
vegetación que podrá convivir además con el pino canario. La localización de esta unidad
colindante a las áreas más antiguas no afectadas por la erupción facilitará un mayor
recubrimiento del matorral.
Fig. 3. Unidades de Paisaje del conjunto eruptivo de Tajogaite
4.4 Edificios y superficies de piroclastos en ambiente templado-cálido
Esta unidad está inserta en el ambiente templado-cálido y caracterizada por potentes
acumulaciones de materiales de proyección aérea que construyen los edificios y las áreas
proximales al mismo, y determinan una organización específica de la vegetación y de los
procesos erosivos, por lo que ofrecerá una fisonomía contrastada en el paisaje del volcán. Esta
unidad de paisaje se distinguirá por una colonización vegetal en que la proximidad del pinar
favorecerá una invasión y progreso más evidente de la conífera canaria, que podrá alcanzar
mayor recubrimiento espacial, junto a elementos vegetales habituales de esta comunidad
forestal termófila de la vertiente occidental de Cumbre Vieja, como el codeso (Adenocarpus
19
foliolosus) y el tagastaste (Chamaecytisus proliferus subsp. proliferus), entre otras. En esta
unidad, la falta de consistencia de este tipo de sustrato y las pendientes asociadas a las
montañas de piroclastos, así como en las laderas en las que se abrieron las bocas eruptivas,
favorecerán la formación con el tiempo de incisiones torrenciales, movimientos por gravedad y
eolización de los materiales que condicionarán en algunas áreas la cobertura del bosque y del
sotobosque.
5.- Valoración de la Geodiversidad
La geodiversidad puede medirse con indicadores cuantitativos objetivos basados en el cálculo
del número y variedad de elementos geológicos por unidad de superficie mediante el empleo
de la geoestadística. Para llevar a cabo el establecimiento de la geodiversidad del conjunto
volcánico de Tajogaite, se ha establecido una cuadrícula de 500x500 m, calculándose tanto el
número como la variedad de elementos existentes dentro de cada una de las retículas del grid.
Se parte de la consideración de que a un mayor número y variedad de elementos le corresponde
una mayor geodiversidad.
Fig 4.1- Valores por cuadrícula del número de elementos morfológicos
Fig 4.2.- Valores por cuadrícula de la variedad de elementos morfológicos
20
Los resultados obtenidos han sido representados en dos mapas (ver Anexo 1 y Fig. 4.1 y 4.2). El
mapa de número de elementos por cuadrícula pone de manifiesto la existencia de tres zonas
esenciales correspondientes a una parte del cono y coladas proximales, al campo de lavas
pahoehoe y a las zonas asociadas a los taludes lávicos de los deltas. Más significativo, el mapa
de variedad de elementos por cuadrícula sigue patrones similares, pero identifica aquellos
sectores donde la geodiversidad es más alta, que corresponde a una franja de desarrollo
altitudinal en el área central del conjunto eruptivo que abarca desde el edificio volcánico hasta
el delta de Los Guirres.
Tabla 1. Valores por cuadrícula del número de elementos y de su variedad.
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La mayor diversidad de elementos geomorfológicos coincide a grandes rasgos con la línea
cratérica principal del cono de Tajogaite, las coladas del campo pahoehoe y los deltas de lava.
Aunque la presencia de del campo de lavas pahoehoe parece evidente como área de más alta
geodiversidad, son los sectores de contacto entre este tipo de lavas y el resto de las morfologías
los que en realidad parecen jugar un papel relevante en la misma (ver Tabla 1).
6.- Zonificación territorial según los elementos geomorfológicos y
paisajísticos
De cara a la zonificación territorial basada en el estudio geomorfológico y paisajístico, se han
establecido cuatro niveles en función del número, diversidad, rareza y representatividad de
elementos geomorfológicos y volcanológicos y de sus características paisajísticas (ver Anexo I).
Muy Alto (en color vino):
Áreas con excepcionales valores geomorfológicos, volcanológicos y paisajísticos, caracterizadas
por unidades territoriales o elementos geomorfológicos singulares exclusivos o muy
representativos de la erupción de 2021. En estas áreas se integran tantos sectores
correspondientes a los centros de emisión, edificios volcánicos principales, las fisuras efusivas y
el sector de deslizamiento, los deltas originados durante la erupción y las áreas proximales de
las coladas en donde se sitúan los puntos de redistribución lávica principales. Dentro del campo
lávico se incluyen las coladas en bloques formadas tras el colapso del 25 de septiembre de 2021
y algunos elementos característicos de las coladas pahoehoe como puntos de redistribución
colapsos y jameos, pues son indicativos de la existencia de los tubos volcánicos principales de la
erupción.
Alto (en color rojo):
Áreas con altos valores geomorfológicos y paisajísticos, caracterizadas por unidades territoriales
con elementos geomorfológicos singulares exclusivos o muy representativos de la erupción de
2021. En estas áreas se integran fundamentalmente las áreas correspondientes a los flujos
pahoehoe y las coladas que muestran continuidad longitudinal, así como las coladas de resalida
existentes en el campo lávico aa.
Medio (en color naranja):
Áreas con valores geomorfológicos y paisajísticos medios, caracterizadas por unidades
territoriales con elementos geomorfológicos que permiten establecer conexiones espaciales
entre elementos diversos del campo de lava y que poseen rasgos de representatividad, fragilidad
y rareza.
Bajo (color verde):
Áreas con valores geomorfológicos y paisajísticos bajos, caracterizadas por unidades
territoriales previas a la erupción de 2021 o generadas durante la misma pero que no
constituyen elementos geomorfológicos representativos de la erupción y corresponden a
morfologías comunes a otros espacios volcánicos históricos y holocenos. En esta categoría se
han incluido también los espacios lávicos correspondientes a sectores aislados entre coladas que
no poseen continuidad espacial con las líneas de flujos principales.
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Fig 5.- Mapa de valoración según elementos geomorfológicos y paisajísticos
Asistencia técnica dentro del Marco Territorial para la Recuperación de La Palma para la elaboración de cartografía temática de base (1:5000) y
establecimiento de metodología de análisis para la caracterización geomorfológica del volcán de La Palma 2021.
CARACTERIZACIÓN MORFOLOGICA DEL NUEVO ESCENARIO VOLCANOLÓGICO DE LA PALMA
ANEXO I
Grupo de investigación Geomorfología, Paisaje y Sociedad en territorios volcánicos (GPS-VOLTER)
Responsables:
Carmen Romero Ruiz
Esther Beltrán Yanes
Francisco Javier Dóniz Páez
Cayetano Guillén Martín
José Ángel Rodríguez Báez
Judit Rojas Hernández
Marzo, 2023